divendres, 14 de juliol del 2023

Rendido

- ¿Dónde quieres que te la eche? 
- En el rostro - Pues entonces cambia de posición porque así como estás no voy a acertar 
- Mmmmmm 
- Espera a que busco algo. ¡Toma! Límpiate 
- Gracias. Ya está 
- ¿Sabes? Nunca había estado con alguien tan mayor como tú 
- ¿Y? 
- Nada, que me ha gustado mucho, estoy muy bien 
- Es lo mejor que me han dicho en mucho tiempo. No creas que para mí es tan fácil encontrar ocasiones como la de ahora 
- Eres muy tierno, muchos hombres endurecen el carácter con el paso de los años 
- Muchos hombres no viven en poesía como intento vivir yo, el mundo no siempre es bello, casi nunca lo es, pero si miras a otra parte mantienes tu interior inocente 
- Pero esto es engañarte y dar la espalda a la realidad que nos afea a todos 
- Y que gana mi ser intimo estando concienzudo en negativo todas las horas que estoy despierto si con eso solo logro amargar mi yo más sincero 
- Pues ganas en verdad y al afrontar la suciedad que nos envuelve 
- Y tú crees que si yo me hubiera dedicado toda mi vida a constatar la maldad y mediocridad de los humanos, sería ahora una mejor persona o mejor dicho una persona más válida 
- Probablemente sí 
- Pero para tus intereses no creo que fuese una ventaja conveniente 
- Por qué lo dices 
- Pues porque me tienes rendido ante tu belleza voluptuosa, por mi modo de ver la vida, hedonista y lúdico. 
- Una cosa no tiene que ver con la otra 
- Y tanto que tiene relación con lo que afirmo, mis formas de apartar de mí vista la parte oscura de esta tierra me hacen ver, amar y valorar la luz de la belleza, puedo acariciar tu piel horas enteras, oler tu perfume intimo, mirar estos dientes superiores, blancos y brillantes que te hacen un sonrisa de conejito intrépido, entretenerme contando los cuatro pelos que tienes en el pecho, entre estos dos pezones pequeños como chinchetas, morderlos y escucharte decir que allí no tienes sensibilidad, ¡eres tan hombre! Puedo contemplar el cuadro que ofrece tu figura esbelta de nadador olímpico y verte cambiar de bañador una y otra vez hasta que encuentras lo más apropiado para tus propósitos, puedo verte accionar las pesas de 15 kilos para potenciar tus bíceps de volumen incipiente mientras interiormente te aplaudo y venero. Todo esto puedo hacer porque no estoy contaminado por la realidad sombría y asfixiante que nos quiere tener atrapados. Nos quiere tener sumisos, tristes y acojonados. 
- Me gusta oírte decir estas cosas de mí 
- Estas cosas son para ti mi niño grande 
- Sea como eres, un bicho raro que me dice cosas bonitas. Ya voy a discutir de cosas serias con mis amigos del fútbol de sábado noche 
- Cuando quieras me llamas y vengo al instante, sí, para eso somos vecinos. 

Texto recuperado de 2010

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